Hasta hace pocos días, momentos o meses, quien escribe cuestionaba el trabajo de los árbitros en el alicaído Fútbol Peruano. Pero los cuestionamientos no deben ser motivo para la agresión física. Ayer, sentí pena e indignación por el ataque sufrido por el juez Héctor Pacheco, tras dirigir el Melgar - César Vallejo en Arequipa.
Y todo por un gol no validado al cuadro local, que provocó la COBARDE agresión por parte del tesorero César Ortiz, quien burló el cordón policial y agredió a Pacheco.
El arbitraje pasa por un momento crítico y eso no es noticia nueva. Domingo a domingo es pan nuestro del deporte, críticas y llamados de atención a los jueces, cosa que sinceramente aburre. Cansa responsabilizar a los de negro de los resultados negativos de los equipos que se van con las manos vacías de sus respectivos partidos.
Una vez, Alberto Tejada dijo: ''Burro o no, el árbitro merece respeto'' y tiene toda la razón. A pesar de cometer errores enormes, es la máxima autoridad en la cancha de fútbol. No busquemos motivos para convertir un partido en un ring de box o un campo de batalla. Lo que hizo el mal llamado señor Ortiz, es una cobardía y una muestra de impotencia y mala conducta deportiva. ¿Acaso Pacheco tiene la culpa de que su equipo no haya sido productivo ayer?
Espero que la Comisión de Justicia de la ADFP, así como sanciono ''ejemplarmente'' a Fleitas y Butrón con tres meses, también sancione a Ortiz, que siendo autoridad y representante de su equipo, merece una sanción amplia.
Que esto también le sirva al cuerpo arbitral, para que en lo posible, eviten tener errores, para que no le les vayan encima más Ortiz, que denigren y joden aún más a nuestro fútbol (que en 2011 se llamará División Premier, que tal huachafada).
Pacheco, mi solidaridad con usted!
No hay comentarios:
Publicar un comentario